¿Cuál es el color más feo del mundo? La historia del Pantone 448C.

cuál es el color más feo del mundo

Si alguna vez te has preguntado cuál es el color más feo del mundo, no estás solo. A nosotros nos surgió la misma duda. Y en 2016, un grupo de científicos, diseñadores y expertos en marketing decidió responder a la pregunta, pero con un propósito que iba mucho más allá de la estética.

En este sector estamos acostumbrados a hablar de colores “bonitos”, armónicos o corporativos. Pero ¿qué pasa cuando un color se elige, precisamente, por ser desagradable?  ¡Te lo contamos!

El origen de un título poco envidiable

La Organización Mundial de la Salud llevaba años investigando estrategias para disminuir el atractivo de las cajetillas de cigarrillos. Su idea: que el propio envase resultara tan desagradable que no invitara a cogerlo de la estantería.

Para lograrlo, el Gobierno de Australia llevó a cabo un estudio insólito: encargó a una agencia investigar qué tonalidad generaba el máximo rechazo visual entre los consumidores. Y después de evaluar decenas de muestras, hubo un claro “ganador”:


Pantone 448C, una mezcla de marrón, verde y gris que la mayoría describió como sucia, desagradable y hasta mortecina.

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¿Por qué Pantone 448C es percibido como el color más feo?

Aunque la belleza es subjetiva, este color activaba una serie de asociaciones negativas casi universales:

  • Se relacionaba con suciedad y degradación.
  • Recordaba a moho, alquitrán o ceniza húmeda.
  • Transmitía una sensación de desgaste y mal olor, incluso sin olor real.

En psicología del color, los tonos verdes apagados y los marrones sucios suelen evocar conceptos como decadencia o peligro biológico. Pantone 448C concentra exactamente ese tipo de sensaciones.

¿Un color feo… pero eficaz?

El objetivo era claro: que las cajetillas fuesen lo contrario a un objeto aspiracional. Y funcionó. Australia obligó a que todas las marcas utilizaran este color —bautizado por la prensa como “drab dark brown”— en el empaquetado estándar de tabaco. Años después:

  • El consumo disminuyó.
  • Los fumadores consideraron las cajetillas menos atractivas.
  • Otros países adoptaron el mismo color en sus envases, como Francia o Reino Unido.

Lo interesante es que Pantone, la empresa detrás del catálogo de colores, pidió oficialmente que dejaran de llamarlo “el color más feo del mundo” porque esa definición dañaba su reputación. Pero el título ya estaba consolidado.

¿Es realmente el color más feo del mundo?

Técnicamente, sí, si tenemos en cuenta que es el único color que ha sido seleccionado mediante estudios científicos como el más desagradable para la mayoría de personas. Pero también hay que reconocer que nadie se salva del contexto:  Pantone 448C se percibe como feo porque fue pensado y conceptualizado para serlo. En otro uso —una obra artística, un diseño industrial, una paleta otoñal— podría pasar perfectamente desapercibido o incluso encajar sin que nos diéramos cuenta.

La fealdad, como la belleza, depende del entorno y de la intención. En SICOM sabemos que no hay colores bonitos o feos, sino más o menos adecuados para un contexto dado. 

Entonces… ¿por qué nos fascina esta pregunta?

Pues porque nos encanta clasificar el mundo, aunque sea en algo tan subjetivo como el color. Saber cuál es el color más feo del mundo despierta curiosidad, sorpresa y una especie de morbosa satisfacción estética. Y porque, reconozcámoslo, también nos da cierto consuelo saber que incluso los colores tienen mala prensa.

Pantone 448C es un ejemplo perfecto de cómo el diseño, la psicología y la salud pública pueden cruzarse para influir en nuestras decisiones.